lunes, 4 de febrero de 2019

Un sueño de Otoño en el Parque Natural Sierra de Gata


En el noroeste de la provincia de Cáceres y haciendo frontera con Portugal, el Parque Cultural Sierra de Gata aglutina unos parajes sorprendentes de esa Extremadura de silencio, que aun deja constancia del aislamiento geográfico de antaño. Suaves montes de castaño y pino, fértiles tierras de olivar e inmensas dehesas donde el ganado se cría tranquilo, y en las que al llegar el otoño se despliegan todos los olores y colores, componiendo una estampa maravillosa. Si a todo eso unimos esa lengua autóctona, A Fala, de la que en cada pueblo de la sierra encontramos una variante, el resultado no puede ser otro que un rincón exquisito y un remanso de paz. Y de su gastronomía, ni hablemos.



Aun sin la atención promocional de la que sí gozan “El Jerte” y “La Vera”, Sierra de Gata se va abriendo camino poco a poco aupada por las notables mejorías de comunicación, autentico y ancestral problema de las zonas fronterizas, y el auge moderado de los alojamientos para viajeros, todo ello sin perder los detalles de su pureza, encanto y particularidad, que atraen cada vez más a un numero amplio de personas que buscan con avidez paraísos perdidos. Localidades casi medievales con construcciones de granito, pizarra y madera que no dejan dudas de su antigüedad y del buen hacer de sus gentes.


En la pequeña localidad de Trevejo (17 habitantes censados) nos sorprenden al llegar los imponentes restos del castillo de origen árabe y destruido completamente por las tropas de Napoleón. Las vistas desde sus muros sobre el valle son imponentes. Hasta el se ha de acceder atravesando una hilera de casas de piedra, que permiten atisbar la silueta del castillo al final del sendero. Es Trevejo un lugar alejado de ruidos y pleno de tranquilidad, si es esto lo que buscamos. Podremos certificarlo si decidimos pasar allí la noche, pues dispone de un lugar mágico, Los Apartamentos Rurales A Fala (www.apartamentos-afala.es), que mantienen la estructura y construcción típica de la zona. Y si solo disponemos de un ratito de descanso, que mejor que pasarlo en el bar del Pueblo, “El Buen Avío”, donde te aseguran el disfrute.


Dejando ya Trevejo, hemos de pasar de nuevo por Villamiel, localidad mucho más poblada y donde hemos de rendir visita a Jesús, zapatero artesanal natural de Guadalajara, que realiza trabajos de piel por encargo y personalizados, incluyendo cinturones, carteras y demás complementos. Su pequeño negocio denominado “De Piel” (www.loyospiel.es) es conocido por todos los habitantes, con lo que llegar hasta él no supondrá problema. También en Villamiel podríamos optar por acercarnos hasta una bodega tradicional, “Soledad 41”, una preciosa casa del centro del pueblo donde elaboran vinos propios a muy pequeña escala con viñas de Sierra de Gata. Vinos peculiares pero atractivos al paladar, con los que Daniel cumple con el objetivo marcado por su tatarabuelo.


San Martin de Trevejo es quizás el pueblo con mas carácter de la sierra, con una Plaza Mayor porticada y calles empedradas por donde corre el agua que baja de la montaña. Recorrerlo despacio oyendo hablar en fala a sus habitantes más veteranos, nos transporta a muchos años atrás en los que gentes procedentes del noroeste de España se asentaron en estas tierras y, cómo no, trajeron su lengua autóctona astur-galaico-leonesa. No tendremos problemas de alojamiento ni de restauración. En el centro del pueblo encontramos una taberna,” A Boiga do Viñu”, excelente y acogedor el interior y el trato de Julián a sus visitantes es fantástico. A poca distancia encontramos el Hotel Rural “El Duende del Chafaril” (www.hotelruralelchafaril.es), magnifica casa-palacio acondicionada como precioso hotel con un restaurante sobresaliente. Ya a las afueras del pueblo, el Convento de San Miguel, del siglo XV se ha reconvertido como hotel, La Hospedería Conventual Sierra de Gata (www.hospederiasdeextremadura.es), en un enclave perfecto para el descanso y con un restaurante donde Raúl, su chef, no dejará de sorprenderte con una estupenda cocina de autor utilizando los productos de la zona.


Uno de los mejores ejemplos de la arquitectura autóctona del Parque Natural Sierra de Gata, lo encontramos en Robledillo de Gata. Pasadizos y estrechos corredores surcan toda la localidad junto al pequeño rio que la atraviesa. Piedra, pizarra, adobe y madera se conjugan para dar empaque a todas sus callejuelas que nos transportan a esa edad media tan lejana en el tiempo. No dejar pasar la ocasión de visitar la Parroquia de la Asunción, con un bello artesonado en la Sacristía y un acceso empedrado excelentemente conservado. Encontraremos también, haciendo honor al cultivo local, un museo del aceite, El Molino del Medio (www.molinodelmedio.com), donde conservan aun todos los utensilios antiguos para la obtención del aceite. Allí también disponen de tienda y apartamentos para una estancia deliciosa. Y en la parte alta del pueblo, la “Casa Rural Luna Menguante(www.luna-rural.com), es una excelente propuesta para un completo relax.


Casi lindando con Portugal (a solo 16 km) se hace imprescindible pasar por Valverde del Fresno. El pueblo no tiene nada que envidiar al resto de los de la zona aun no disponiendo de la magia que desprenden los antes mencionados, aun que lo suple con una encomiable apuesta por la cocina. Y no tengas dudas de que lo han conseguido. En una estrecha calle del centro del pueblo, la de Francisco Pizarro, se localiza el “Bar Inocencio”, en funcionamiento desde los años 40 con oferta de la denostada casquería y amplio surtido de raciones, actualmente está regentado por las hermanas Sonia y Lidia, que han conseguido mantener la tradición culinaria pero adaptándola a los tiempos actuales, con unos precios excelentes.


Pero hay más en Valverde del Fresno. No busques excusas y haz un alto en la Avenida de Portugal y entra en “Casa Laura”, pequeño y acogedor negocio familiar en el que Fátima y José elaboran con esmero y mimo comida casera, partiendo de productos de su propia huerta y de explotaciones de la zona. En la cocina y realizando una labor esencial, siempre está atenta Laura, madre de Fátima. Entre los tres han conseguido mostrar platos increíbles (el bacalao espectacular y las croquetas deliciosas) a la vez que sencillos y presentados con esmero. Los postres es mejor que los descubráis vosotros. Y la cuenta no se dispara, pero lo mejor sin duda es el trato que nos dan ellos. Excelente.


Y si tomáis la decisión de alojaros en Valverde del Fresno, no dudéis mucho y hacerlo en el Hotel A Velha Fabrica (www.avelhafabrica.com), precioso hotel rural en el que aprovechando las instalaciones de abandonadas de una fábrica de tejidos y aceites, han conseguido crear un espacio tan bello y cómodo que su estancia en él se hace imborrable. Las 18 enormes y acogedoras habitaciones repartidas en dos edificaciones, algunas de ellas con acceso independiente, junto con las muy desahogadas zonas comunes convierten la estancia en un eterno disfrute. Para completarlo, dispone de terraza, piscina, jardines, aparcamiento, bar y un restaurante increíble en el que la experiencia gastronómica pone el acento en unos productos excelentes, cocinados con mucha imaginación. No dejar pasar la ocasión de probar sus envidiables boletus, el original pulpo o las ensaladas aderezadas con ese magnífico aceite de la zona. Totalmente recomendable.


Entre las idas y venidas por las poblaciones de la zona, en algún momento habrás de pasar por el pueblo de Gata. Pues haciendo un alto en él y si es la hora de comer algo, acude al Restaurante- Asador “El Lagar”, en la calle Humilladero, un local amplio y tranquilo en el que el buen hacer en la cocina de Sonia y Lorena con su ensalada de naranja deliciosa y sus pimientos asados te hará tardar en levantarte de la mesa. Y la Ermita del Humilladero a 50 metros de El Lagar, merece una pausada contemplación. Y en el Termino Municipal de Eljas, junto a la carretera EX­205, un alojamiento para el disfrute y el relax más absoluto, La Almazara de San Pedro (www.almazaradesanpedro.com). Hotel y Spa con baños árabes privados, piscina balinesa y sin rígidos horarios a los que atenerse con un personal amable al máximo. Y su cocina, excelente, con platos de productos extremeños y diferentes cada día, realizados con tiempo y mucho cariño por Carmen. Una experiencia inolvidable solo para adultos.


Pero como todo no debe ser comer y dormir, un rato de diversión nunca viene mal. Para ello, nada mejor que unos paseos a caballo en la finca El Pocito de Villasbuenas de Gata (www.rutasecuestres.com), con unas instalaciones más que dignas para los caballos, donde son cuidados con esmero y dedicación plena. Así podremos disfrutar de los variados encantos de la Sierra de Gata, pues varias son las rutas que podremos realizar y con duraciones de horas o días. Igualmente, en la finca se dispone de Posada para alojamiento si así lo queremos, todo ello perfectamente orientado y dirigido por Rafael Alcocer y su socia Nina. Y si nos hemos vuelto comodones, también podremos recorrer la zona en vehículos todoterreno con la empresa Sierra de Gata en 4x4 (www.sierradegataen4x4.com), rutas accesibles para descubrir el parque cultural y que por poco dinero nos mostrara las maravillas de la zona, incluso llegar hasta donde no imaginamos.


En definitiva, toda la comarca que se engloba bajo la denominación de Sierra de Gata, no dejara de sorprenderte. Artesanía, restauración, enología, hotelería, etc., son una parte más de las aventuras empresariales que dan impulso a estas tierras. Pero además de los reseñados, merece la pena destacar, el proyecto ganadero de Wagyu Ibérico (www.wagyuiberico.com) que se desarrolla en la Finca el Campete, dentro del término municipal de Santibañez el Alto, y en la que crían este casi desconocido animal traído desde Alemania, cruzado con vaca autóctona de la zona y criado completamente en una dehesa de 1600 hectáreas, el buen hacer de Alfonso Cobaleda, en representación de su familia, empieza a dar los frutos merecidos.


También en Moraleja la empresa de productos silvestres Julián Martin (www.prosiljuma.com), es un claro ejemplo del afán emprendedor de sus gentes. Allí una moderna factoría familiar de productos silvestres se dedica a la comercialización de setas, desde donde se envían a todos los rincones de Europa en unas condiciones perfectas de conservación.


Y la declarada en 2017 como la mejor Almazara de España, Almazara “As Pontis” (www.aspontis.com) en Eljas, donde se produce aceite de oliva virgen extra de manzanilla cacereña. Empresa con 10 años de vida que pero que ya ha conseguido situarse a la vanguardia de la calidad de los aceites, a pesar incluso de no tener una producción muy extensa.


Pero todo esto sería un espejismo si no estuviera impulsado por las personas que hacen posible el milagro. Gente amable y generosa con el visitante, en el que vuelcan todo su esfuerzo para conseguir que esta zona olvidada durante años, ocupe el lugar que le corresponde en el mundo. Y todo ello en un marco de naturaleza incomparable que, en otoño especialmente, despliega una variedad increíble de colores. Por ello, los sueños de Otoño en Sierra de Gata, se cumplen.



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